lunes, 5 de diciembre de 2011

Palabras que se pudren...



De esas veces en las que  te cuesta andar,  porque sientes el peso de tu autoestima . Que quieres explicarle a tu amiga como te sientes, que ha ocurrido y porqué, pero ni tan siquiera tienes fuerzas. Por muchos detalles y tono de voz que utilices va a ser absurdo. NADIE puede entender como te sientes.
De esas veces en que envías un mensaje al móvil a esa persona tan especial , que protagoniza  tu memoria y  tus sueños, le escribes cualquier chorrada, cuando en realidad ardes en deseos de escribirle que le amas, aún siendo consciente de que actuando así eres una cobarde y que sin embargo hay una parte de tu ser que te dice "Es la única manera de hacérselo saber" por el miedo a que piense de ti.
Aquella vez que querías declararte. Tienes el momento, el lugar la ¿canción? adecuada para ello. Pero ni una palabra sale de tu boca. Las cuerdas vocales se ponen en huelga. Tu corazón se estremece. Tu mentalidad todavía esta pensando en cómo afrontarlo. Y al final, ni un sonido sale de tu cuerpo. Sólo te queda tu gran máscara de "cara de tonta".
Esas palabras que se quedan dentro de tí, son las palabras naufragas. Navegan sin rumbo, esperando desembocar en alguna parte...
Durante su camino, las palabras arrastran materiales. Quizá  melancolía. Quizá amor, un no puedo más, un estoy hasta los cojones, de un necesito ayuda, de un no que que hacer,  de un te amo hasta que al final salen al exterior.
Pero la mayoría de las veces, por nuestra cobardía, quizá también por nuestro egoísmo, las palabras se quedan ahí, envejeciendo con nosotros dentro. A medida que pasa el tiempo las palabras se deterioran, pues es muy probablemente que ya no tengan el mismo valor que antes, o simplemente han estado demasiado tiempo dentro.
Son palabras que se pudren con el tiempo...


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