sábado, 15 de noviembre de 2014

El arte de infravalorar el arte.

El arte está infravalorado. Es un triste hecho. Pero en el lugar dónde observo que está más infravalorado, dónde los artistas no son personas admirables por los que darles las gracias por dar sentido a nuestra existencia y a la vida sino unas meras marionetas y "frikis" sin vida social es, como no, en España (Sí, ese mismo país que endiosa a la gente vaga y envidia y desprecia a la gente que se esfuerza o que simplemente no se quiere quedar entre la inmensa mediocridad...)

La idea se me hace insoportable. Nosotros, los artistas, estamos en el subsuelo en la escala del reconocimiento. Nosotros, los artistas, los que pintamos la vida cuando todo se vuelve gris. Los que diseñamos sonrisas y mundos llenos de encanto. Los que te cantamos acompañados de un ritmo cuando tú no sabes que decir. Los que entendemos mejor que nadie a los enamorados, somos tachados de frikis (Como si ser friki fuese algo malo, otro cosa que me repatea...)  y de "muertos de hambre" (Otra prueba más de que a los artistas se nos desprecia... pocos artistas pueden decir "Vivo de mi talento")

La cosa cambiaría si se implantará la asignatura de arte en todos los colegios. La gente me llama rara cuando digo que la música debería de tener tanta importancia como las matemáticas. Pero no amigos, no: El arte debe estudiarse. Debería de estudiarse todos los campos: Fotografía, diseño, cine, literatura, música, escultura, pintura, danza,  teatro, arquitectura, todo tipo de arte visual en general etcétera y dentro de esos campos, su origen, la repercusión, sus autores y sus obras.
Estoy convencida de que si estudiásemos el arte como es debido, si todo el mundo tuviese esa base cultural artística, estaríamos más preparados e incluso seríamos mejores personas.

¿Por qué? Porque sin el arte, seríamos nada más que robots. Unos seres vivos sin vida, tristes, con ganas de disolverse cual diente de león o unos seres que esperan su inminente explosión mental por no saber expresarse. Por no tener ni una vía de escape o ninguna materia con la que apoyarse o sentirse identificado.

Y toda esta chusma (Me niego a llamarles personas) que dice que sin el arte nuestras vidas seguirían igual, que los artistas no son necesarios...
¿De verdad creen ciertas personas que la vida sería igual sin tener la Sagrada Familia, la Fontana di Trevi o El Cristo Redentor? ¿Sin Truman Capote o Vladimir Nabokov? ¿Sin Van Gogh o Matisse? ¿Sin Policleto o Bernini?
A toda esa chusma le diría, más bien le preguntaría ¿Por qué creéis que la gente se acuerda de que existieron la noche de los cuchillos largos y la noche de los cristales rotos? ¿Porque lo estudiaron para vomitarlo después en el examen? ¡No! Porque hay una película titulada La Vida es Bella en la que el protagonista y su hijo sufren el holocausto poco antes de que su tienda quedase catalogada de forma discriminatoria como judía.
Pocas personas conocen el conflicto que finalizó hace unos años en Ruanda entre la población tutsi y la población hutu, y si lo saben, poseen apenas conocimiento de lo que ocurrió, salvo quizás que fue un genocidio y el número de víctimas. Pero, una vez más, el arte te lo explica de forma práctica. En este caso te lo explica Disparando a perros de Michael Caton-Jones.
Los libros de texto nos han contado como hubo una sublevación militar con su fase golpista y como a lo largo de la Guerra Civil Española el bando nacional tenía más eficacia y mayor unidad política que el bando republicano, pero el arte nos ha enseñado como vivía la ciudadanía, sus opiniones, sus miedos, (Como La Vaquilla de Berlanga, Balada triste de Trompeta de Alex de la Iglesia o incluso El laberinto del Fauno de Guillermo del Toro) Las consecuencias de la guerra como en el caso de La colmena de Camilo José Cela o A Sangre y Fuego de Manuel Chaves.
Ya veis no hay forma más bonita que comprender la historia por medio del arte.

Y por eso, quiero denunciar, hoy y siempre, el desprecio, las miradas por encima del hombro, los calificativos de "bichos raros" sugiriendo que somos la rareza elevado al máximo exponente. Es vergonzoso que la gente no entienda que nosotros creamos belleza, que aunque parezca mentira, ayudamos a gente que posiblemente desconocemos, sintiéndose identificados con lo que hacemos, dándoles ánimos, ayudándoles a expulsar la mierda que llevaban dentro. Es muy lamentable que una persona que haya pasado cuatro años estudiando tenga reconocimiento del Estado y sin embargo una persona que se ha dedicado a estudiar música, a componer, a entender el lenguaje musical y a tocar instrumentos durante catorce- quince años no tenga reconocimiento del Estado.

¿Sigues despreciando el arte? Pues nada.
Sigue vitoreando al muchacho que se emborracha cada fin de semana y sigue llamando al otro muchacho que escribe poesía "maricón" se nota que nunca te has enamorado.
Sigue llamando friki aquél que dedica horas a trabajar la gramática y a perfeccionar a sus personajes, te perderás mundos increíbles.
Sigue llamando muerto de hambre al que compone y elabora música, no mereces que se te erice la piel ni por un instante.Se ha demostrado que la música nos puede cambiar el estado ánimo. Porque las canciones se convierten en personas y el compositor pensó en ti, para que te sintieras identificado. Los versos en palabras nunca dichas, pero queremos con todas nuestras fuerzas expresar.

 El arte es vida. El arte es dar color a nuestros días grises. Es grabar tinta en una hoja huérfana y crear mundos nuevos, formas distintas de vida. Es hacer el amor. Es llorar de emoción porque un futbolista ha marcado un gol (Sí, los deportistas son artistas)
Porque el arte es, sobre todo, humano; Al igual que ocurrecon las personas, el arte nos hace sentir algo.

ATENTAMENTE: Una muerta de hambre.

Aquí os dejo el vídeo que me ayudó a inspirarme para esta entrada del blog hecho por Elio Gonzalez y y Rubén Tejerina. Recomendable al 100%







martes, 30 de septiembre de 2014

David y el gigante

Hoy publico una pequeña entrada en el blog. Se trata de una canción que durante estos días he escuchado mucho y no sólo me encanta el ritmo sino también la letra.
PD: Intentaré hacer más publicaciones ahora que tengo más tiempo =)


David y el gigante - Tierra Santa

Esta es la historia de un rey 
que fue pastor antes de gobernar 
que con su onda y su fe 
matóa un gigante llamado Goliat 
y a su pueblo salvó 
del sufrimiento y la muerte 
superó con valor 
el miedo que tuvo al luchar 
cuando su fama creció 
lleno de envidia su rey lo expulsó 
y en el exilio luchó 
a mercenario su vida cambió 
pero un día volvió 
a reclamar su destino 
como rey gobernó 
bajo su espada y su ley 
Aquel pastor 
se convirtió 
En el dueño de otro rebaño 
Venciendo al miedo el pastor 
a su enemigo busco en su interior 
Al enfrentarse con él 
pudo ganar a su propio terror 
Por que el reto no esta 
en poder ganar al gigante 
Sino en poder superar 
el miedo a enfrentarse con él

jueves, 31 de julio de 2014

La bestia sin forma.

El amor es una bestia sin forma.
Habita en el territorio del anhelo,
Hoy eres un témpano de hielo,
mañana tu piel será quemada.

Aún así, de las bestias, la más dulce.

Te invita a lo desconocido
te atrapa, gobierna en ti,
te sumerge sin ahogarte.
Enhorabuena, ya has sido herido.

Aún así, de las bestias, la más querida.

Te detiene su penetrante mirada,
"No volverás a mirar tus pies en el suelo" amenaza.
En sus ojos está tu persona amada,
no hay defectos, sólo una persona encantada.

Aún así, de las bestias, la más tierna.

Asfixia sin apretar,
Golpea a tu corazón
a la que confundirás con latidos.
Hiere sin sangrar,
Insomnio acumulado bajo los párpados
Vorágine indomable,
Sube la marea en tus ojos,
cuando la persona amada se marcha

Aún así, de las bestias, la más hermosa.

Su veneno es letal,
te hace revivir,
embriaguez emocional,
Vuelve a amenazar "Jamás despertarás"

Aún así, de las bestias, la más vital.

Te sube al cielo, te eleva de forma abismal.
Caes en picado y
vuelves a subir,
cuando todavía no te has recuperado de la caída
porque así es la bestia sin forma,
dulce, tierna, hermosa y vital.





sábado, 19 de julio de 2014

La adolescencia.

La adolescencia, más conocida como "Edad del pavo" ¿Recuerdas?   la gilipollez mental, el  egocentrismo concentrado en hormonas revueltas debido a su ebullición, el estar en medio de ser un niñato y empezar a crear tu propia filosofía montando así tus primeros cementos como adulto...
¿Ya has pasado la adolescencia? Te invito a este pequeño viaje a la nostalgia. ¿Sigues siendo adolescente? Quiero arrancarte una sonrisa de la cara y demostrarte por qué en general no os soporto. Aunque la mayoría de vosotros, adolescentes, cuando tengáis cinco años más entenderéis por qué no os soporto.

¿Comenzamos?

Empieza  aproximadamente al mismo tiempo que empiezas el instituto, cuando poco antes presumías de ser uno de los mayores del cole, pero ahora eres un conejillo de indias para los que son más mayores que tú, sobre todo para los de bachillerato. Te hacían "novatadas" como colarse en la fila del comedor o en la cafetería del instituto cuando intentabas por activa y por pasiva pedir un bocadillo o una bolsa de risketos con tu aguda y poco formada voz. Aunque lo que más nos acojonaba a todos era cuando te quejabas de lo "muuuuucho" que tenías que estudiar y saltaba algún/a joven que te había escuchado que él o ella tenía que estudiar setenta páginas para su examen de la semana que vendría. Mirabas a tu amigo o amiga con cara de sufrimiento, diciendo con la mirada: "La que nos espera" y te preguntabas a ti mismo: "¿Cómo podré meterme todo eso en la cabeza?"
Más tarde conocerías la existencia de algo terrible y macabro que dejó a miles y miles de víctimas llamada "Selectividad" en la que siempre veías como algo muy lejano, algo que todavía quedaba  mucho para llegara el momento de hacerla, sin querer darte cuenta  de que el tiempo pasa para todos y que ese momento llegaría.
Pese al miedo que te metían los "mayores" tú en cierto modo eras feliz porque todavía eso estaba muy lejos y además mantenías la inocencia que nos caracterizaba cuando éramos niños. Tus compañeros y compañeras de clase te llenaban la agenda con dedicatorias, a veces con frases tan populares como absurdas al estilo " Naranjas naranjas, limones limones un amigo cómo tú vale millones" acompañados de un "T.Q.M" o un "A.P.S" ¡Incluso te dedicaban collagues! Y tú por Tuenti le agradecías a ese amigo la dedicatoria y ambos os poníais a soltar parrafadas diciendo resumidamente lo mucho que os queríais, escribiendo de una manera que dañaba las córneas: Alternando las mayúsculas y minúsculas o duplicando las vocales.
Pronto empezarían los grupitos, los malos rollos y el  pelear en vez de hablar las cosas. Por mi experiencia he observado que las chicas en una adolescencia prematura primero se gritaban entre ellas y después se agarraban de los pelos mientras seguían gritando como posesas. Sin embargo, los chicos empezaban de broma y acababan a guantazos. Y dónde hay peleas, hay malos rollos: La mayoría de las chicas mirabais mal a la que se maquillaba y al empollón de clase, pero siempre lo queríais en vuestro grupo por interés.  En la época de 12-14 años apenas se respetaban los gustos ajenos, o preferías blanco o  preferías negro, o te gustaba RBD o te gustaba Rebelde Way, no había una infinita escala de grises, no había otros grupos de música.  Te jodía mucho cuando te tomaban el pelo o eras consciente de que insultaban a alguien que no lo merecía, y más sabiendo que los que insultaban lo hacían para ganar puntos de autoridad. Así, a lo tonto, esa persona se hacía fuerte a costa de insultar a los débiles, porque seguramente esa persona tenía una autoestima tan baja como la tuya (Aunque tú tentabas a pensar que la tenía altísima) y la cubría mediante la agresión verbal, aparentando seguridad.
Sin embargo, todos teníamos algo en común.... Por encima de si éramos buenos o malos estudiantes, altos o bajos, chicos o chicas, a todos se nos ha quedado cara de imbéciles cuando nos enterábamos de que había examen de Educación física  POR ESCRITO.
¿Y lo que sufríamos con el Test de Cooper, que, eh? Yo, que esforzándome todo lo que podía di un máximo de quince vueltas. QUINCE. ¿Y cuando estabas corriendo con las energías ya desgastadas y observabas como el porrero de tu clase daba tres vueltas cuando tú todavía no habías completado ni una? Ahí si que llegabas al colmo de la desesperación.
¿Y lo mal que lo pasábamos la mayoría en la parte de deporte, cuando tocaba partido? La mayoría de los chicos fuera el deporte que fuera lo disfrutaban. Sin embargo las chicas por lo general éramos más torpes, pero independientemente del sexo el momento de los partidos era el momento perfecto para que el listillo o listilla de turno se cebara contigo echándote todas las culpas diciéndote lo torpe que eras, mientras que tú intentabas hacer algo por tu grupo, pero rompiendo el agresor o la agresora la cadena de tú estabilidad, ya seguías tú machacándote, repitiéndote que él o ella tenía razón en que eras muy torpe, yendo cabizbajo/a al vestuario después.
Llegaba la época de los 14-17 años y con ella la adolescencia calaba muy muy adentro. Es por eso por lo que esta época la considero más dura y al mismo tiempo considero que la gilipollez llega a su cota más alta.¿Tenías un sueño que cumplir?  Tú lo comentabas con tus compañeros de clase, se te iluminaban los ojos sólo imaginándote que lo lograrías... El resto callaba y a unos les parecía interesante, a otros se les dibujaba una sonrisa en la cara al  ver que mantenías esa ilusión... Y de repente, alguien que seguramente te caía mal te soltaba que no ibas a  poder conseguirlo. O bien porque verdaderamente era muy difícil o bien porque veía que si te esforzabas lo ibas a conseguir y no quería ser eclipsado por alguien a quién anteriormente llamó "Inútil" o "Torpe" O quizá fuese fruto de la envidia.
El caso es que los amigos de tu peor enemigo, al que tú casi  inconscientemente les llamabas "amiguitos" asentían con la cabeza, haciéndote sentir entre todos como que fantaseabas mucho.
¿Tenías una pelea porque alguien te tocaba los cojones? No tardaría la gente en llegar. Pero no para separaros, sino para ver cómo terminaba la pelea, en la calle o ahí mismo. Y si no eras tú uno de los protagonistas de esa pelea, eras el espectador que poco antes estaba hablando tan tranquilamente con un amigo suyo y mientras te contaba una movida de las suyas tú observabas cómo la gente corría hacía un punto del instituto mientras que a lo lejos se veían patadas voladoras y miradas cómplices. Y tú luego preguntabas a alguien que qué había pasado para luego después llegar a tu casa y mirar los Tuentis de las personas protagonistas de la pelea para investigar más, para saber el desenlace.

La adolescencia se agarraba a tus entrañas y todo te parecía un drama. Llegaba la época en la que te enamorabas por primera vez y todo te parecía un infierno porque todo lo sentías mucho más debido a la ebullición hormonal. Y mientras que no fuese imposible, ahí estaban tus amigos, "vendiéndote" intentando emparejarte con la otra persona.
También teníamos una lista de profesores. Desde el más odiado (El que te hacía la vida imposible, el que no te comprendía, el que tenías la sensación de que te hacía la vida imposible...) hasta el más amado (El que te apostó por ti, el que soltaba alguna gracia para hacer las clases más amenas, al que alguna vez le contaste un problema personal y te ayudó, el que te animó a aprobar su asignatura porque sabía que te costaba...)
Al mismo tiempo, tú egocentrismo llegaba al extremo y gritabas a los cuatro vientos que tu eras diferente a los demás, que nadie te entendía, porque lo que más nos preocupaba en aquella época era la personalidad. De hecho, nos enfadábamos bastante con la gente o que parecía tener doble personalidad o que directamente no la tenía. No olvidar que nuestro egocentrismo también partía en que seguíamos sin respetar las opiniones de los demás, al menos la mayoría: Todos nos creíamos poseedores de la verdad, como que nuestra versión era siempre la que valía y el que opinaba lo contrario no tenía ni idea de la vida y sólo por eso ya le tenías tirria (Y esto por desgracia pasada la adolescencia hay algunas personas que siguen con ese comportamiento)
Pero... ¿Cómo tener una personalidad si todavía no te habías desarrollado del todo y más teniendo en cuenta de que existía la odiosa presión de grupo?
La presión de grupo, por Dios, qué asco. Afortunadamente apenas he sido víctima de ésta, pero era odiosa.
¿Que no querías beber alcohol? Tranquilo, ya estaba el típico gilipollas a decirte que eras un "soso" o "sosa" por no beber.  Lo mismo pasaba a la hora de fumar y a la hora de tener relaciones sexuales. Adrede, y al mismo tiempo inconscientemente se hacían competiciones absurdas, como que si no hacías ninguna de estas tres cosas eras un soso que no podría aportar nada interesante. (Entendéis ahora porque a la mayoría de los adolescentes los considero gilipollas ¿No?)
En el instituto empezabas a ser consciente del mundo que te rodeaba, empezabas a tener tus propias ideas, aunque posiblemente ninguno se librara de que esas ideas fuesen productos de manipulaciones o de saber sólo lo que nos interesaba. La pregunta estrella dónde más abundaban los prejuicios es la típica de "¿Tú eres de ciencias o de letras"? Si eras de ciencias te hacían pensar que los de letras eran más tontos,  si eras de letras te hacían pensar que los de ciencias se lo tenían creído- Si esta discusión no fuera lo bastante absurda con muchos prejuicios estúpidos dichos por gente sin dos dedos de frente, tranquilos, que en unos años, la pregunta estrella será "¿Tu eres de izquierdas o de derechas"?
Así es. la pregunta  ¿Tu eres de ciencias o de letras? es el ¿Tu eres de izquierdas o de derechas?  dentro del ámbito de instituto; Si no tiene tu mismo pensamiento automáticamente lo mirábamos mal. Como si no existieran las artes o como si el ser humano no fuese lo suficientemente complejo como para catalogarlo en izquierda o derecha. Es triste ahora que lo piensas ¿Eh?

El caso es que, entre peleas, entre amigos de toda la vida que te defraudan y te das cuenta de que no hay nada más peligroso que un enemigo que antes era un amigo, entre esas rayadas que acababan en lloros y los pasillos son testigos de ello, se acercaba el momento en que tenías que graduarte y la Selectividad estaba cerca. Tú mismo te decías lo mismo que años atrás, sólo que con voz trémula "No voy a aprobar"
Pero ahí es cuando te das cuenta que pocas veces te van a regalar algo. Que las cosas con sacrificio y esfuerzo, se puede. Y lo demostraste en cada uno de esos exámenes.
Aprobada Selectividad abandonas el nido y echas a volar, sabiendo que por muy mal que lo hayas pasado, al fin  echarás de menos a la mayoría de los que te han acompañado en el camino.

Las hormonas alteradas, el histrionismo, el dramatismo gratuito, la dependencia emocional, la tontuna, los prejuicios y los radicalismo entre otras cosas se van limando con el paso del tiempo. Por desgracia hay algunos "adultos" que se quedaron en la adolescencia y se quedaron en estas características, pero en la adolescencia, todo esto se fusiona al nivel 1000.
Pero queridos adolescentes, no os voy a culpar, ya que este proceso es algo biológico y, que narices, yo también he sido adolescente. Muchos de nosotros hemos jugado a ser adultos y aunque yo era madura para mi edad y he dado pocos problemas, yo tampoco me he salvado de ser adolescente y ahora que estoy más centrada y que esa etapa ya la he pasado, puedo decir que alguna vez podría haberme dado guantazo, sobre todo por preocuparme por tonterías.

Espero haber sido una buena compañera de viaje en esta reflexión.













jueves, 12 de junio de 2014

Selectividad

Los exámenes de Selectividad son pruebas escritas que deben de realizar todos los estudiantes de segundo de bachillerato para poder acceder a la universidad, tanto pública como privada, cuyas convocatorias son o en junio o en septiembre, según cuando acabes.
Aprovechando que es 12 de junio y que la inmensa mayoría de estudiantes del 96 han acabado ya sus exámenes, voy a dar mi opinión sobre estos exámenes.
Se compone de fase general (Obligatoria) con cuatro asignaturas: Lengua y literatura, Filosofía/Historia de España, lengua extranjera y una materia de modalidad a elección del alumno, más lengua cooficial en el caso de euskera, catalán y gallego. La fase específica no es obligatoria y pueden realizarse hasta un máximo de 4 ejercicios.
El resultado de la calificación se obtendrá mediante el 60% la nota media de bachillerato más el 40% de la nota que has sacado en la Prueba de Acceso a la Universidad.
Creo que esto es lo único que entra dentro de mi lógica: Qué cuente más lo que has hecho durante los dos últimos años que en unos tres días.
Vamos a pensarlo fríamente: Tienes que demostrar que mereces el nombre universitario/a en tres días, vomitar todos los conocimientos que has retenido en tu cabeza y a contrareloj. Eso por no hablar de que la mayoría de los estudiantes estudian, pero no aprenden.
¿Qué como estoy tan segura de eso? Porque yo ya he pasado esa fase y mi mayor miedo era, por encima de encontrarme con profesores que podían amargarte la vida y asignaturas imposibles, encontrarme con gente incompetente, de actitud mediocre y sólo representativa en la ESO, cuando estás en plena ebullición hormonal debido a la adolescencia.
Y mis miedos se cumplieron.
He estado en dos primeros cursos de carrera. Primero de filología hispánica y después primero de periodismo, para ser exactos. Y en ambos cursos he visto de todo: Desde gente gritando para pedir un bolígrafo sin dar gracias después,  tratar de tú a un catedrático, capacidad argumentativa por debajo del subsuelo (Bajo mi juicio, esto se agrava cuando estás en una carrera como periodismo) en la que tu arma  para defender tus ideas es insultar al otro o contestar de forma tajante un "Porque sí" o "Porque lo digo yo"
Y  como estos ejemplos, muchos más. Y sí, ciertas actitudes se dan en el instituto, pero en cierta medida es normal por la inmadurez de la adolescencia. Pero cuando ya has pasado los dieciocho y encima decides ir a la universidad, la broma deja de tener gracia, sobre todo cuando ves por ti misma el nivel de vaguería. La vaguería es lo peor de todo. Es en mi opinión el pecado capital más grave del universitario, porque si cometes ese, cometes la mayoría de los demás. Por no hablar de  lo sobrevalorada que esta la universidad. Hay una presión injustificada de ir a la universidad, como si al acabar la carrera el titulo acreditase tu coeficiente intelectual. Pero bueno, no estoy escribiendo esta reflexión sobre la universidad sino lo que ocurre justo antes de ella. Evalúan a los mejores y les califican por nota en vez de por unas actitudes. Aunque yo no vería mal que hubiese una prueba relacionada con los conocimientos supuestamente adquiridos en bachillerato. Haría dos pruebas, una de conocimientos y otra prueba de conducta. En la de conocimientos habría preguntas de cultura general, como escribir correctamente unas palabras, nombrar autores de X época con algunas de sus obras, hacer una opinión critica sobre, por ejemplo, quién consideras tú que fue el mejor rey de España y el peor etc... dentro de esa prueba habría una prueba que consistiría en una exposición, para asegurar que no sólo lo has estudiado si no que además entiendes lo que has estudiado, garantizando que has aprendido.
La prueba de conducta sería más práctica que teórica. Así nos aseguraríamos que la gente que va a la universidad va porque le apetece aprender y no a perder el tiempo.
Podría explayarme mucho más en decir como haría esas pruebas, pero eso lo dejamos para m´ás adelante en otra entrada.
Quiero dejar claro que la PAU como método me parece una tontería. Y sirve de filtro, puesto que ya no ves a tantos canis en la universidad, pero no es suficiente. Hay que concienciar a la gente que te vas a preparar para tu futuro y creo yo que debes tomártelo en serio.

sábado, 3 de mayo de 2014

Día de la madre.

Me arrancaste de tu vientre
y diste todo de ti desde ayer noventa y cuatro
hasta hoy los veinte.
Cubriste cada una de mis necesidades
que sí pañal, que si cuaderno, que si dinero,
dependiendo de mis edades.
Aguanté tus regaños no sabiendo si eran ciertos,
olvidaste otros cientos
y me perdonaste cuando menos me lo merecía.
Sufríste por la pérdida de tu amor,
y por ello, guardaste un gran dolor,
pero aún cuando no quedaba fuerza alguna
diste tus brazos para hacerme una cuna.
De risa contagiosa
pero por desgracia casi extinta
valentía  incalculable
carácter indomable
Más que madre, eres (casi) una diosa.
Me diste la vida sin yo quererlo,
y yo, queriéndote, te doy vida.

lunes, 24 de febrero de 2014

¡Quieto todo el mundo! Operación Palace, 23F

Ayer a las 21:30 empezaba el programa Salvados. Estaba esperando este momento del domingo, pues estaban anunciando durante varios días la "Operación Palace" de forma muy jugosa, con motivo del trigésimo segundo aniversario del Golpe de Estado fallido del famoso día veintitrés de febrero.

Poco más de cinco millones de personas sin levantar la vista de la televisión. Hay testigos, suspense, acción. Yo quedé impactada. No aparto la vista ni un minuto. La escena en la que el narrador dice que los tanques pasearon varias veces para que parecieran más numerosos empezó a mosquearme, pero seguí tragando. Cuando Jorge Verstrynge empezó a comentar sobre la hambruna que sufría Fraga esbocé una media sonrisa  y dije que no con la cabeza levemente. Pero continuaba viéndolo.

Hasta que llega el momento final y... ¿Qué pasa? Qué me siento estúpida por no darme cuenta antes, al igual que muchos otros españoles. Sí, señores, nos la metieron doblada.

Resumiendo brevemente los minutos posteriores: Voces sin aliento. Inseguridad colectiva. Redes sociales quemándose, borrando tweets y provocando una supuesta Guerra Civil entre conspiraciones. Y aquí la polémica. ¿Por qué Jordi Évole nos hizo creer que el asalto al congreso era ficticio y que sólo Tejero no sabía lo que ocurría? (Discutí con mi madre sobre esto, me parecía rarísimo que Tejero no supiera nada...Y lo de que el Golpe estaba dirigido por José Luis Garci... Ay Dios mío, cuanto más lo pienso, más me digo a mi misma: Qué tonta fuí)

Unos lo han coronado como el Orson Welles español (Bajo mi juicio, un calificativo muy exagerado) y otros lo han catalogado de frívolo (Opinión que comparto desde luego mucho más que la anterior) pero por encima de todo, Jordi ha demostrado ser inteligente.
Inteligente porque ha utilizado  sus capacidades para intentar en la medida de lo posible no dejar ni un cabo suelto, con tintes de suspense para darle toques de autenticidad.  Y quiero que os fijéis en algo que creo que resulta relevante... ¿Cuanto tiempo ha estado anunciando LaSexta dicho documental? Dos semanas. Tiempo suficiente para generar ANSIA: Ansia por saber la verdad, ansia por saber más de lo que nos contaron, ansia por contrarrestrar... y Jordi, como he dicho antes, no es tonto. El periodista ha aprovechado esta incertidumbre. Y la palabra incertidumbre es suficientemente larga como para taparnos los dos ojos y creer a fe ciega todo lo que nos diga un documental sin contrarrestar la información.
¿Qué podemos interpretar aquí? ¿Un trolleador en potencia que nos está dando un toque de atención para que no bajemos la guardia demostrando lo susceptibles y lo increíblemente manipulables que somos? ¿O una estrategia simplemente para subir la audiencia como la espuma mientras que Jordi, henchido de orgullo,  ve cómo su cuenta corriente ha aumentado unos cuantos ceros?

Me quedo con la primera pregunta. Nos ha demostrado lo fácil que es engañarnos cuando estamos desesperados por saber una verdad que nunca llega. Y creo que nos ha querido advertir de esto, la gente está quemadísima entre tanta corrupción y tanta crisis y quiere saber la verdad a toda costa. (Aunque tampoco niego que se haya sacado unas cuentas perrillas...)


Yo a Jordi Évole le admiro y su trolleada de ayer fue muy buena, de verdad. Pero éticamente...es muy criticable. Se queja de que en España no hay sentido del humor, pero es muy fácil decirlo cuando él sólo era un crío el día 23 de febrero de 1981 La gente temía otra dictadura cuando la democracia tenía pocos años de vida, o incluso temían otra Guerra Civil. Hubo gente que lloró, quemó documentos o temió por su vida. Seguramente no fuesen sus intenciones, pero esto lo considero una falta de respeto.

PD: No, si encima le tendremos que darle las gracias. Al menos él ha dicho al final que todo era mentira.




jueves, 6 de febrero de 2014

¡De vuelta!

Después de horas  y horas en guerra intentando enjaular en mi memoria palabras para luego vomitarlas en los exámenes, por fin tengo un ratito para mi pasión: Escribir.

¡Dios mío! Esto olía a muerto. Pero he vuelto. Por desgracia no puedo extenderme demasiado, porque todavía tengo que entregar una memoria. hacer trabajos para variar... pero prometo que llegarán muchas entradas que a mi juicio os pueda interesar, no defraudaré :)

De momento os dejo con este tema de Mago de Oz,  que a mi al menos me anima bastante,  y no sólo eso sino que creo que la letra tiene un bonito mensaje que yo quiero transmitiros a todos aquellos que me habéis apoyado con el blog, que lo disfrutéis ^^