sábado, 31 de diciembre de 2011

"Querido" 2011...

Este año y supongo que los siguientes serán diferentes. Siempre en Tuenti publicaba una entrada haciendo un balance de lo bueno y malo... pero estos años van a ser diferentes. Me voy a dirigirme al año en este caso 2011 con una carta.
Me gustaría dirigirme a ti, 2011...
Antes de empezar, me gustaría darte la enhorabuena. Nunca en un año he aprendido tanto. Nunca en un año he sido tan pesimista, pensaba que tenía sus límites, pero no, has convertido mi cualidad en enfermedad. Y no por último menos importante de felicito por lo bien que has hecho de tu papel de hijo de puta, la verdad. No he conocido un año más miserable, más traidor y más vengativo que tú. Vale que yo en un primer momento no tuve suficientes expectativas para aprobarte pero ¡Tuve fe por un momento en que podrías ser un año lleno de milagros! Y el único milagro que he experimentado ha sido el de aprobar las matemáticas. Que sí, que esta muy bien, pero sinceramente preferiría milagros más grandiosos, como que mi padre se curase del cáncer.
Pero claro, eso la vida no me lo concede. Queremos que Estíbaliz se joda y sufra. Que rápido se me olvida de que esta vida es una mierda. ¡Y pensar que algunas veces tengo expectativas! JA JA JA JA
Puedo destacar todos y cada uno de mis dias de nervios. No quería llegar a casa, tenía un nudo en la garganta porque no sabía lo que me iban a decir, malas o buenas noticias sobre el tumor...Puf.
Pero no, a ti no te bastaba con verme sufrir. Tenías que retorcerlo aún más. Las cosas empeoraban, y yo seguía triste. Hasta que llego ese maldito día el cúal todavía no sé como vivo para contarlo. 29 de Mayo. Las doce de la mañana. Me preparo la leche y la amiga de mi madre, que había dormido con nosotras, coge su móvil. Es mi madre. Mi padre ha muerto. A las doce y media, y nosotras sin saberlo nos dice que vayamos a Sainz de Baranda, porque se ha puesto peor... Una vez que hemos llegado a la estación, mi madre vuelve a llamar a su amiga y avisa que corramos. Me tiemblan las piernas. Llego al hospital, mi madre esta al fondo del pasillo. Nos coge de las manos a las dos. Y con una voz suave, dice " papa a muerto"
Distorsión. Tempestad.Rabia. PUTA. Mi cuerpo se da de sí, para que entre más dolor, hasta que revienta y entro en pánico. Crisis, respiro mal. Voy a la habitación de mi padre. Tiene los ojos entreabiertos, le abrazo por última vez digo "puto cáncer" luego "carpe diem" y lloro.

Ese fue el día que resume todo este año. Así ha sido. Parece todo hecho aposta. ¿He dicho parece? Quitemoslo. Claaaaaro Estíbaliz. el 2010 fue genial, un año espectacular lleno de magia. Pero claro, esto era demasiada coincidencia. Demasiada felicidad era digno de sospechar. "¡Uy! Hace tiempo que no mando una putada a Estíbaliz. Y ahora debo lanzarla una putada gorda, para contrastar con  lo bien que se siente ahora” 


Venga va, sé lo que estas pensando. "Que pesimista de mierda" Te doy toda la razón.Pero este año ha sido muy, muy doloroso. 
Pero venga va, voy a hacer un esfuerzo. Creo que este año he sido más amiga de mis amigos. Este año he sabido de verdad  QUIENES son mis amigos y quienes solo preguntan por interés. Me he sentido más acompañada. He estrechado lazos con mi gente de Bocatas.  Este año he sabido de la palabra AMISTAD más que cualquier otro año. He abrazado más que nunca. Menos mal que pese a mi exagerada condolencia he sabido recibir y dar cariño a los míos. Para que nos vamos a engañar, ha sido un año de mierda, sí, pero este año también me he reído mucho, porque la gente me entretiene, me apoya. Ellos lo hacen posible cada día.
Este año me he sentido muy querida aunque yo me encontrara mal....





Y el bajar del carillón nos advierte que debemos estar preparados para entrar en otro año. El sonido que produce al bajar se pierde entre las caras congeladas de la gente, que es el susurro de cada año que se despide de cada uno de nosotros. Y ahora bien, los cuartos. El momento de los cuartos es mi parte preferida. Más que las campanadas. Y eso que es siempre el mismo acontecimiento, pero no sé, me gusta. Empiezan a sonar los cuartos, mientras yo me pregunto :¿ Qué me va a pasar este año? Me gusta preguntármelo. Porque luego surge un acontecimiento importante en mi vida y  esa Nochevieja en que lo recordé. Pues paso esto, Estíbaliz. Para bien o para mal, Paso ESTO. (Cuando yo era pequeña siempre me imaginaba que un año moría y a continuación, otro nacía. Y que el año anterior había muerto por doce golpes).
El murmullo de los cuartos calla para siempre. Bueno, al menos hasta dentro de un año exacto. Y empiezan las campanadas. Hasta 12. Vas seleccionando cada uva como si de verdad creyeses que dependiendo de cual vas a escoger te va a ir peor o mejor ese mes, ya sea porque tiene pepita o porque sea más o menos grande. Y luego después... La gente vocifera y estalla de alegría. Finalmente, se escuchan los fuegos artificiales que decoran el cielo por unos segundos.










A continuación pongo la típica canción de Ana Torroja que suele escuchar los españolitos en este día. Una canción que de verdad merece le pena escuchar porque creo recoge muy bien lo que hacemos ante un fin de año, recogiendo los que ya no están y los que han venido, los buenos y los malos momentos.








En la Puerta del Sol,
como el año que fue,
otra vez el champagne
y las uvas y el alquitrán,
de alfombra están.

Los petardos que borran sonidos de ayer
y acaloran el ánimo
para aceptar que ya pasó uno más.

Y en el reloj de antaño
como de año en año,
cinco minutos más para la cuenta atrás,
hacemos el balance de lo bueno y malo,
cinco mintuos antes de la cuenta atrás.

Marineros, soldados, solteros, casados,
amantes, andantes y alguno que otro
cura despistao.
Entre gritos y pitos los españolitos,
enormes, bajitos, hacemos por una vez,
algo a la vez.

Y en el reloj de antaño
como de año en año,
cinco minutos más para la cuenta atrás,
hacemos el balance de lo bueno y malo,
cinco mintuos antes de la cuenta atrás.

Y aunque para las uvas hay algunos nuevos,
a los que ya no están echaremos de menos,
y a ver si espabilamos los que estamos vivos,
y en el año que viene nos reimos.

1, 2, 3 y 4 y empieza otra vez,
que la quinta es la una,
y la sexta es la dos,
y asi el siete es tres.

Y decimos adiós y pedimos a Dios
que en el año que viene
a ver si en vez de un millón
pueden ser dos.

En la Puerta del Sol,
como el año que fue,
otra vez el champagne
y las uvas y el alquitran,
de alfombra están.




No hay comentarios:

Publicar un comentario