jueves, 10 de noviembre de 2011

El sentido de nuestra existencia.



Esta imagen muestra de forma moderadamente compleja lo que pienso sobre la muerte, lo que hay detrás de ella.
Y de eso  hoy quiero hablar.
Yo pienso que hay algo detrás de ella, o al menos me gustaría que fuera verdad. Pero he de reconocer algo. El hecho de que nuestra vida sólo sea un simple paréntesis me acojona y me angustia. Mucho. Pero luego lo pienso detenidamente y, más que atormentarme, me provoca tristeza. Imaginemos que sí. Que no hay nada más que esta vida terrenal:
Todos los besos que diste se irán
Todo lo que dijiste quedará en el recuerdo, pero esas palabras no volverán.
No te enamores, porque no vivirás eternamente. Dirás lo mucho que amas a esa persona, tendrás momentos inolvidables, sonrisas que regalar, gente que conocer, momentos difíciles de aguantar, sueños que perseguir.
Y luego se acabo. Nada

NADA.

No sé si estarás de acuerdo conmigo, pero para mí, es pensar esto y decir ¡Vaya mierda! ¿De qué sirve enamorarse, tener sueños etcétera si luego viene la muerte y se lo lleva todo a su paso?

Yo pienso que de alguna manera, estamos presentes después de la muerte. Una de mis mejores amigas  me dijo una gran frase “una persona solo muere de verdad cuando se la olvida” y creo  que tiene toda la razón. Porque, aunque estemos muertos, nuestros seres queridos empiezan a revelar momentos vividos, una y otra vez, como una película vieja, pero buena, un clásico. Cuando morimos habitamos en el paraíso, que de un modo u otro es el recuerdo de los vivos.

Además ¿No os habéis fijado en el verbo que empleamos? Los seres humanos decimos “Esta muerto”. Sin embargo, empleamos el verbo ser para situaciones que no pueden cambiar. Yo no puedo decir “Estoy castaña” porque aparte de que suena horrible, mi pelo no puede cambiar por mucho que me tiña. Con el paso de los años el pelo castaño es el pelo que heredaré y tendré años después.
Del mismo modo no podemos decir “Somos vivos” porque nuestra situación cambia. No decimos “Es muerto” por la misma razón.


Y podía hablar de poltergeist que se dan, de lo que pienso sobre los programas que hay sobre el tema etcétera, y mi propia experiencia, pero no quiero que se haga pesado. Si eso, otro día.

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